Un poco de aire libre, acompañada de tu presencia

[R E S E R V A D O A L E X D' C A R T E R ]

Tomar aire por las tardes era una de las cosas que lograba que Leah se liberara del todo. Cuando el viento la rozaba, sentía como si alas se desprendieran de su espalda, alas blancas como las nubes que ahora podía ver con mucha claridad. Tener alas era su mayor sueño, y nadie más que Lyam lo sabía. Cuando por las noches se quedaba horas y horas en la azotea practicando, era por aquella causa. Leah quería lograr cumplir su sueño, llegar a aquello a lo que nadie había llegado jamás...sólo la mismísima Helena Vièerex: tener alas.

Leah cerró los ojos y trató de estar tranquila, en paz con su cuerpo.

Había llegado a la azotea en busca de tranquilidad, quería alejarse de todos. Dejar de oírlos... Le hubiera gustado hablar con Lyam, pero no logro encontrarlo. Estaba al borde de una crisis nerviosa y ni siquiera sabia la razón. Ya no era un adolecente estupido... Ya no era un adolescente, no podía culpar a la adolescencia... Tal ves estaba cansado por las noches que pasaba en vela con las chicas...
Una sonrisa picara se dibujo en sus labios. No importa que pasase jamas dejaría a sus chicas esperándolo.
Levanto la vista y se encontró con la figura de la directora. Sonrió de una forma infantil que siempre lograba salir de el cuando se encontraba con Leah Vièerex...

Con cada segundo que pasaba, la mente de Leah se concentraba más; en su mente se idealizaban aquellas esplendorosas alas, detallando en la imagen el contexto de cada pluma. Logró que cada grito o ruido proveniente de algún lugar del colegio, no penetraran en su burbuja; había logrado, a pesar de aquella notoria descontración, poner su mente en blanco.

Se acercó a la baranda y se sentó sobre ésta, casi en cuclillas, decidida a saltar si lograba su deseo; de todos modos volaría, ¿no?.

Se dio cuenta de que la directora no había notado su presencia. Odiaba eso. Estaba demaciado acostumbrado a que a todos lados donde entrase las miradas estuvieran fijas en el. Comenzó a caminar hacia donde estaba la castaña mujer cuando se dio cuenta lo que ella estaba haciendo.

Ella estaba comenzando a subirse a la barandilla, media sentada sobre esta estaba inclinada hacia delante. Alex abrió mucho los ojos al darse cuenta de lo que ella trataba de hacer. ¿Realmente pensaba en suicidarse?

Corrió sin darse cuenta y rodeo a la mujer por la parte debajo del pecho. sus fuertes brazos la alzaron en el aire y en un movimiento que si tratara de repetir no sabría como coloco a la directora sobre sus brazos.

-¿Que pensaba hacer?- pregunto en un grito que no llego a concluir por su falta de aire.

Sintió algo en ella, un poder que jamás había sentido antes; sentía como algo la llenaba por dentro y la hacía sentir segura. Suspiro tranquila, tratando de terminar de concentrarse...Quizás.., funcionara...

Ella había estado horas allí en la azotea, con su concentración....¿Y cómo fue que en tan solo unos segundos, alguien logró desprenderla de toda aquella sensación?
Cuando abrió sus ojos, pudo ver quién había sido aquel que la había desconcentrado...Y ella, por alguna razón, esperaba o sabía que sería él.

-Señor D'Carter, jamás debe meter sus narices donde no le incumbe...¡O es que no ha aprendido con todos éstos años?.-dijo Leah con su perfecto acento inglés al final de sus palabras. Y como si hubiera leído su mente, rió antes de volver a hablar.-No iba a ser tan estúpida como para suicidarme....¿Crees que iba a dejarle tan fácilmente el colegio a Lyam?

Desvió la mirada de ella, sintiéndose estúpido ha haber hecho lo que hizo. Una parte cruel dentro de si mismo dijo que hubiera sido mucho mas razonable haberla dejado matarse; después de todo era su vida.

Se percato de que un ligero rubor encendía su pálidas mejillas. Sonrió conquistador olvidándose de ese ligero inconveniente, aunque estaba seguro que ella no lo había dejado pasar.

- Demonios!- dijo sobre actuando- Si Lyam fuese el director seria mucho mas fácil para mi aprobar las materias- Bromeo a pesar que sus notas eran excelentes.- Aparte sin ofender, directora, pero organizando fiestas deja mucho que desear.

-Bueno, D'Carter, la verdad que jamás hubiese pensado que te tirabas hacia ése lado...Es decir, no te recriminaré el hecho de que te sientas atraído por los hombres...¿Pero por Lyam? Es decir, hay partidos mejores.-Y ahora la charla se transformaba en el típico consejo que daba una mujer a otra...Y bueno, él estaba cerca de ello.-Y aunque él fuese director, no tendrías posibilidad con él.-sonrió Leah con suficiencia.

Se acomodó su castaña cabellera mientras hablaba. Toda aquellaconcentración se había transformado facilmente en críticas; claro, él iba a pagar por desconcentrarla. Todo con mucho amor, claro

Con que quería criticarlo, eh? el toleraba muchas cosas pero que lo insulten como hombre...Lo sacaba de quicio.
Ella aun estaba en sus brazos. el la tomo con mas fuerza, de forma que aunque ella quiera soltarse no pueda, solo era una mujer.
Sonrió aun mas, arqueando las cejas, dejando muy en claro que lo que ella había dicho era un broma sin gracia.
-Le recomendaría que no insulte mi hombría, Directora, recuerde que aun esta en mis brazos.

Acerco peligrosamente su rostro al de ella, consiente de su belleza externa y lo que producía en las mujeres.
Continuo en un susurro- Pero si Lyam fuese director, a mi me correspondería la organización de las fiestas. Créame, directora, le falta conocer lo que es la verdadera diversión. solo a eso me refería.

Cuando lo siente muy cerca de ella, logra evitr el sonrojarse...Al menos por fuera. Trata deno tartamudear al hablar ni nada. Además de Lyam y quizás unas parejas, no había estado así con nadie más. Y por eso s sentía un tanto nerviosa.

-Y yo le recomendaría que no se pase.-dice sonriendole niña, haciendole ojitos. Era encantadora...mente trrrible. Podía ser una estrella fugaz cuando quería.-Y el día que Lyam sea director, deberá ser a causa de mi pérdida de juicio.-responde con un leve susurro también, arratrasndo las palabras nuevamente. Sus repentinos cambios de humor eran adorables.

Dejo de sonreír, adquiriendo una actitud seria, suspicaz... aparto el rostro de ella, no solo por su amenaza sino porque así la veía mejor.
-Y dígame, ¿Por que razón llegaría usted a perder el juicio?

Se queda pensativa. Si reflexionaba sobre ello, era dificil que ella perdiese el juicio...aunque si continuaba con su deseo, puede que alguna vez lo perdiese. Sin embargo, sacudió la cabeza, olvidandose por completo que aún continuaba en los brazos de Alex.

-En verdad, sería dificil que yo perdiese el juicio...Así que debe pasar algo muy fuera de lo común.-explica con su cara de nena pensativa, usando su imaginación para quien sabe qué.

No pudo evitar no sonreír. siempre en mitad de la conversación saltaba alguna de sus sonrisas. Sarcásticas, arrogantes, conquistadoras...
Esta era alegre, no sabia porque pero le proporcionaba felicidad ver a la directora, la cual no era mucho mayor que el, en aquella situación.
-Hay veces en las que me gustaría verla perdiendo el juicio. Como Le he dicho antes, debe aprender a divertirse, aprender a volar.

Sin conocer el sueño de la castaña había dicho las palabras claves.

Sonrió, aunque cuando el morocho terminó de hablar, diciendo aquellas últimas palabras, enmudeció de inmediato. Estaba sorprendida; Alex no leía mentes, no, no lo hacía.
Leah miró para atrás con algo de esperanzas, aunque volvió a hacer una mueca cuando comprobó que sus alas no estaban allí. Se quedó mirando hacia abajo, intranquila.

El noto al momento ese extraño movimiento. Y luego la cara que ella puso lo perturbo.
-Hey- dijo paternal- Que ocurre?

Volvió la cabeza, sonriendo cual niña, despreocupada. Ya tendría tiempo.

-No, no pasa nada, Alex.-responde mirándolo con dulzura.-¿Qué hacias aquí, teniendo tanta escuela llena de chicas?.-dice haciendo una mueca, la misma que ponía al oír a Lyam hablar de sus chicas.

El desvía la mirada. Decir que estaba allí para pensar arruinaría su imagen de chico despreocupado y alocado.

- No se preocupe por mis chicas. A la noche prefiero verlas, durante el día solo deseo tomar aire y olvidarme de la vida por algún momento. - Sonrió triunfador, con esa sonrisa era capas de curar el cáncer, parecía que mostrar sus dientes relucientes y perfecto, desvanecían sus problemas- Y usted... no tiene algunos papeles que firmar o alumnos a quien castigar?- pregunto para quitar el tema de la vista, una mujer nunca se niega a hablar sobre si misma.

Hizo una mueca, que luego se formó en una sonrisa irónica. ¿Acaso había oído bien lo que Alex había dicho?

-¿Piensas que soy una bruja?.-murmura, aunque en ese caso no se refería a bruja de hechicera, sino de bruja de arpía; y por el tono con el que lo había dicho, él morocho entendería bien.-Es difícil ser directora, señor D'Carter- dice fría. Juraba que él y Lyam las pagarían todas.-Que todos rompan las reglas cuando no deben hacerlo, que hagan lo que se les antoje cuando lo deseen, no se permite aquí. Y debo poner altos.

Sonrió, no habría imaginado que le molestaría tanto aquellas palabras.
-Me imagino, señora directora- Contesto frio al igual que ella- Debe ser un trabajo difícil para una mujer -Sabia que se estaba arriesgando a que lo echen pero una parte suya le decía que Leah jamas haría eso con el.- No me mal entienda, hay veces que creo que esta muy sola.

-La verdad, señor D'Carter, es preferible estar sola que estar en una compañía mala.-murmura sin cambiar su tono frío, casi fulminándolo con la mirada.

A todo ésto, nota que sigue en sus brazos y por dentro se enrojece. LE toma unos minutos largos deshacerse de las manos de Alex, pero logra bajarse de él. Y no se mueve, solo lo mira. Ella no se iría. Él fue quien llego tarde, no ella.

La mira extrañado, y fue consiente de la mirada triste que paso por sus ojos cunado ella contesto con aquella frialdad y se retiro de sus brazos. No le agradaban las chiquillas, histericas e melodramaticas, Quizas por eso estaba ... Persiguiendo ? NO eso estaba mal ! incluso para el... Pero bueno... La verdad era que no habia mucha diferencia, quizas el aun sea un colegial, pero pronto acabaria los estudios y seria un hombre, Bueno era un hombre solo que joven, y ella era un mujer, una increible mujer... Dios ! Que le estaba pasando por la cabeza? Ella era la Tia de su mejor amigo.
Bueno en todo caso siempre habían dicho que eran como familia.

SE humedeció los labios un poco incomodo (Que demonios le pasaba?)
-No lo decia para ofenderla.- Dijo en vos baja cabizbajo- Solo me parece extraño que una mujer como usted se encuentre sin compania.

Maldita sea! acavaba de chamuyar a la directora?

¿Acaso eso que provenía de parte de Alex era puro chamuyo? Trato de recordar las palabras que usó Lyam, y pudo confirmar su pregunta. No, no podía pasar nada de lo que fuese que Alex se estaba imaginando. Ella era su directora, y él era solo un alumno más; eran de edades diferentes, y como si fuera poco, ella no estaba segura de poder responder a sus halagos, o lo que fuese.

-Alex, estás entrando en zona prohibida. No sigas más.-murmura casi pidiendoselo, aunque era más que nada un aviso. Aún estaba luchando con Gael por lo mismo, pero los hombres eran muy insistentes.

El arrugo en entrecejo, y la miro fijamente. Sabia muy bien que sus ojos podian decir mucho, y en este momento reflejaban que el no se rendiria.
-Directora- Dijo- Leah- Susurro y se acerco a ella-No descanzare hasta que usted demuestre lo que hay debajo de era coraza que la protege de sentimientos.
Sabia que era asi, Que Leah Vièerex se rehusaba a sentir sentimientos y menos por un alimno pero aun asi no se rendiría.

-Basta, Señor D'Carter, no me provoque.-murmura seria. No era broma. No metería la pata después de años de trabajo duro. No, jamás. Por algo se preocupaba primero por y al finalpor ella. Nada cambiaría lo que era, y era capaz de aclararselo a Alex de una u otra manera.

Se alejó y ledió la espalda, mirando nuevamente hacia los árboles. Aquel era el momento en el cual sus alas le servirían.

Todo sucedió en cuestión de segundos...
Primero relamió en un acto desconsentrado y veloz, sus labios. sus puños se cerraron y abrieron con nerviosismo. ¿Que debía hacer? Seguir las ordenes nunca había sido su forma de ser.

Y la directora lo sabia.

Dio un paso hacia ella, ella que aun seguía de espaldas a el ¿ Lloraría? No, ella era fuerte y este no era motivo para llorar. Coloco una de sus varoniles manos sobre el hombro de ella. Sus ojos recorrieron el camino que marcaba su columna vertebral que se reflejaba a travez de sus ropas. Tan delicada y tan fuerte...

Inconsciente y siguiendo sus instintos de un tirón la hizo darse la vuelta, calculo su fuerza para no causarle dolor pero de seguro un susto se debió haber llevado... no importaba, el no pensaba...

Se acerco a ella rápidamente y sus labios buscaron los de ella. Ahora ambas manos estaban sobre sus hombros y su cuerpo se unió al de ella, esperando su respuesta.

Todo esto en solo segundos

No, no. Todo fue tan rápido que cuando quiso pensarlo, ya estaba en sus labios. No supo que pensar o decir. Por unos segundos estuvo unida a él, sintiendo sus labios sobre los de ella. ¿Que le correspondió el beso? No, jamás. Si lo hubiera hecho no se perdonaría. Su mente se rindió y quería quedarse así para siempre...Pero su corazón era mucho más fuerte y decía lo correcto.

-Alex, por favor.-susurra separandose de sus labio, observandolo con sus ojos brillosos a tan corta distancia. No sabe si pegarle para que se alejara, o amenazarlo con que lo sacaría del colegio.