You got it, some kind of magic, hypnotic.. {LIBRE}

Era un día nublado con una temperatura estable. No tenía planes ni cosas que hacer. Pronto se me tornó aburrida la tarde.

Mientras yo tarareaba una canción de Maroon 5, mi cabeza estaba en otro lado. Caminaba pausada y tranquilamente por un largo pasillo que, muy bien, no sabía donde llevaba. Tenía el cabello recogido desprolijamente en una coleta y mis manos estaban en mis bolsillos. A lo lejos pude ver una escalera subterránea, y es entonces que mi curiosidad despertó. Me encaminé hacia éstas y bajé con precaución. Había una leve luz la cuál desconocía de donde provenía.

Finalmente cuando llegué descubrí la pequeña ventanilla por donde ingresaba la luz. El sitio estaba un poco descuidado y desordenado, pero dentro de todo me agradó.
Por otra parte, seguía tarareando la canción de buen humor.

Esa tarde había sido algo provechosa para Livv. Luego de pasar un rato ameno con su hermano, en los exteriores de la Academia, necesitaba estar algo sola. Eran esos los momentos donde ella podía reflexionar de todo, estando sola. Asi que se dirigió a uno de sus lugares favoritos, donde sabía que no la molestarían. El Sótano.

Con las manos en los bolsillos de su chaqueta, Livv recorre la academia antes de ir allí. Mientras caminaba, miraba el piso con una sonrisa suave. Eitahn había sido su hermano ésta tarde, y no un padre receloso. Llegando al pie de las escaleras, Livv vio luz a lo lejos. Frunciendo el ceño, bajó con cautela. Era extraño ver gente por allí.

Me pasié por el sotáno observando detenidamente las cosas que me encontraba.

En una esquina había un baúl grande y viejo. Estaba bañado en polvo y seguramente estaba sin uso. No entendí por qué se encontraba a la vista sabiendo que algún día cualquiera pudiese abrirlo. Cuando me planteé esto en mi mente no lo pensé dos veces y me acerqué más. Intenté levantar la tapa aunque fallé en el intento. Suspiré y me di vuelta buscando alguna llave o algo parecido..

En eso escuché pasos y miré de donde provenían aunque no me moví del lugar. A medida que éstos se acercaban se escuchaban más fuertes, fué en ese momento que vi a una chica rubia entrar. La analizé con la mirada, inexpresiva.

Alzó una ceja al ver la mirada de aquella muchacha. Definitivamente, no la conocía. La ignoró completamente, y fue hacia uno de los estantes, para buscar algo que había dejado allí escondido la última vez que había bajado al sótano. Si no estaba, ya tenía alguna idea de quién había podido ser la persona que lo había tomado. Bufó suavemente al no verlo a la vista. Su mirada vagó por el resto del lugar, buscando algo en donde pararse para llegar mejor.

Noté el desinterés y el aire de indiferencia que llevaba. Su cara me resultaba familiar pero a la vez no tanto. Fruncí el ceño y me adelanté dos pasos, desviando la mirada a las estanterias en donde ella estaba.
Decidida, interrumpí el silencio.

- ¿Quién eres tu? - Le pregunté ahora sí, volviendo mi vista a ella.

Se subió a un pequeño banquito que había allí. Colocó sus manos en la estantería y estiró un poco, colocándose de puntas de pie. Sí, había encontrado lo que quería. Sonriendo de medio lado, tomó el dinero que había escondido allí, y lo guardó en su campera mientras escuchó la pregunta de aquella muchacha. Rodó sus ojos y se dio vuelta, para bajarse de allí.

-No te interesa- ya había terminado con lo que había ido a hacer. Ese era un mal día, ya que el tono de su voz al contestarle fue bastante frío. Volvió a acomodar el banquito en su lugar y acomodó su cabello, lista para salir de allí.

- Es cierto, no me interesa en realidad. - Murmuré con un tono seco. Si no tenía ganas de hablar o tenía un mal día no era mi problema. Yo solo quería socializar pero con eso me dijo todo.
Mi vista se centró en algo que estaba atrás de ella. Me dirigí hacia ese rincón, pasando por su lado como si nada. Me agaché y abrí una caja buscando algo para abrir el baúl que me había llamado la atención. Revolví las cosas que habían adentro tranquilamente.

Livv soltó una carcajada sobrante, negando con la cabeza. No se pondría a discutir con alguien que no valía la pena, por lo menos en esos momentos, para ella. Colocó sus manos en su bolsillo y subió unos escalones de aquella escalera que llevaba a la superficie. Pensándolo mejor, se podría quedar allí y divertirse un poco con aquella chica.

Se sentó allí, teniendo una perfecta vista de todo el sótano. Sacó unos cigarrillos de su bolsillo, y prendió uno. Inhaló y largó el humo, con aquella sonrisa de medio lado en su rostro, observando a aquella muchacha.

Seguí con la vista fija tratando de conseguir algo parecido a una llave al menos. No me agradaba la presencia de esa chica, no obstante no me importó discutir con ella.

Abajo de unos cuantos libros viejos y gordos había un montón de llaves, todas de distintas medidas y diferentes. Tomé una y miré de reojo la cerradura. Hm.. No, no es esta. pensé, meneando la cabeza suavemente. Tomé otra y la acerqué al baúl. Hice el intento de introducirla en la cerradura aunque no sirvió para nada, fué en vano. Entendí que tenía que probar con otra.

Por otra parte sabía que la chica seguía aquí, se sentía el olor a cigarrillo. No me molestó ya que yo también lo hacía. Volteé y la vi arriba, en la escalera, sentada. - Cuanta imaginación tienes para divertirte.. - Observé, en un tono irónico.

Livv la veía ir y venir, probando llaves en aquel baúl andrajoso y viejo. Desde que ella estaba allí, siempre lo había visto cerrado y nunca había hecho el menor intento de poder abrirlo. ¿Para qué? Seguramente tenía cosas viejas y sin sentido para ella.

Le volvió a dar otra calada a su cigarrillo, quitándole con un golpecito las cenizas de éste. ¿A ella qué le interesaba su forma de divertirse? Era Livv la que se divertía, no ella. Rodó sus ojos, y se recostó un poco en la escalera. Volvió a darle una calada a su tabaco.

-Me divierte verte ir y venir, probando llaves como una tonta que espera que ese baúl contenga algo interesante- murmura, con total calma y sonriendo de medio lado. Mal humor, recuerden.

Reí suavemente, meneando la cabeza. - No estoy tratando de encontrar algo interesante. - Murmuré, respondiendole. Aunque en realidad no valía la pena seguirle la corriente. Había pensado que tenía otra forma de ser pero me había equivocado. Suspiré, importandome un bledo ella y sus comentarios.

Con el tema del baúl seguí intentando probando una por una, quizás allí tendría algunos datos que me podrían servir.

-Se nota- murmura, con sarcasmo y rodando sus ojos. Si realmente aquella muchacha no quería encontrar nada interesante, dejaría de hacer eso. Pero... cada uno era un mundo. Se encogió de hombros ante su pensamiento, sin decirle más nada.